Su Majestad, por favor no me mate otra vez

Era el final de un soleado día de verano.
En manos del tirano, padre, madre, hermano y mi cuello pasaron a la guillotina.
Y cuando abrí los ojos,
era mi 12º cumpleaños.
Antes de que el joven emperador de 13 años se convirtiera en un tirano brutal, tuve que convertirme de alguna manera en un dios junto al hombre.
"Soy tu dama de honor, así que te seguiré".
"No tengo mucho. Y no te poseo."
Para vivir y salvar a mi familia, tengo que estar ante los ojos de ese tirano que no creía en la humanidad.
Sólo entonces podré vivir.
Pero ese horrible monstruo está empezando a cambiar.
"Salvo lo que pierdo en mis manos. Así que no te hagas daño sin mi permiso".