El nuevo apartamento del joven está embrujado, pero resulta que incluso los muertos tienen sus propios defectos personales ... problemas de la carne incluidos.
Porque los muertos tienen deseos persistentes y son más susceptibles al mundo de los vivos de lo que uno pueda pensar. Hay ira, hay odio, hay curiosidad ... y también hay amor.
Aquí encuentra a una chica espantosa que lo observa en silencio, ciertamente deseando algo ...
(¡No es de extrañar que el alquiler sea barato!)