Aeryl Frey Brixia había vivido toda su vida escondida tras una máscara.
Fue rechazada por todos, incluido el padre del que ansiaba afecto, a causa de la fea marca en su rostro que la tachaba de monstruo.
Al final de su miserable vida, fue falsamente acusada de vender armas militares a la nación enemiga y condenada a ejecución...
La hoja de la guillotina cayó y todo se volvió negro.
La siguiente vez que abrió los ojos, estaba de nuevo en su habitación como una niña.
Esta vez, estaba decidida a que las cosas fueran diferentes. Ya no sería una marioneta. Ya no sería manipulada.
Y lo primero que tiene que hacer es cooperar con los dos agentes que dirigen la investigación contra su padre.