La Tirana Tuvo Suerte En Sus Últimos Años

Reencarné como la hija impostora del Gran Duque, pero en lugar de la tranquila y obediente heredera, resulté ser una revoltosa. Aunque intenté desesperadamente deshonrar la reputación familiar, descubrí que ya estaba en ruinas. Decidí ahorrar para huir de esta casa condenada en ocho años, pero entonces todo cambió. Me acusaron de ser la malvada, ¿pero por qué sigo sintiéndome herida? ¿Y por qué, justo cuando planeaba irme, descubro que la verdadera hija es la preferida de todos? Mis últimos años están marcados por la desgracia...

"Mis ojos son desagradables. Porque son negros...", murmuro con resignación ante el prodigio malvado, cuyos ojos oscuros brillan con un poder que podría cambiar el destino de una nación. Me doy cuenta de que esos ojos no solo son bellos, sino que auguran una suerte asombrosa en su futuro.